ALGUNA VEZ VI UN COLIBRÍ

Raúl Tamez celebra 20 años de trayectoria en la danza. Se trata de tres obras cortas que se entrelazan en una zaga. Tres generaciones de bailarines de la Infinita Compañía dan vida a este tríptico coreográfico. Una experiencia íntima y emotiva, en un ambiente minimal y de cercanía con la audiencia. Ritual de almas ancestrales. Voces de las abuelas. Lugar donde los espíritus se reencuentran. Clamor de tiempos que se entrelazan en sueños.

I.- Flores negras

Este primer unipersonal busca conectar la tierra con el cielo, el pasado con el presente. Es un solo que abre paso a un ritual, con algunas anunciaciones de los que ya murieron. Aparecen animales como un caballo, un venado, un alce y un ave, como si fueran mensajeros que traen palabras de los que ya se fueron.

II.- Alguna vez vi a un colibrí

En esta escena, una pareja que es separada por la muerte, se reencuentra en otro plano. Cuando él fallece, su alma se le manifiesta en un colibrí, transmitiéndole que todo estará bien. Y, tiempo después, ella muere de dolor y se reencuentran, reencarnando juntos en ave.

III.-Hija del Caballo

En esta escena, una mujer madura recuerda cómo perdió a su hijo. Su hijo se manifiesta constantemente en sueños y en pájaros. Esta escena dará pauta a enlaces. Esta historia en realidad, nos muestra a la misma mujer en tres etapas distintas de su vida.

Dirección y coreografía

Música

Estreno

2024

Duración

60 minutos, aproximadamente.

Total de funciones

4*

Público

Más de 200 personas*

Foros

Teatro Varsovia (2024)

Giras

* Actualizado diciembre 2024.